Con este título, Aaron T. Beck, escribió un libro que te animo a leer. Aunque en este breve artículo, quería quedarme solamente con el título y reflexionar un poco sobre él.

¿Qué quiere decir que con el amor no basta?, ¿Qué más hace falta para que la persona a la que quiero sea feliz? ¿Por qué a veces, pese al esfuerzo que hago por hacerla feliz no lo consigo? Porque ……“con el amor no basta”.

Y es que cada persona tiene una singularidad: en su modo de pensar, de sentir y de querer, que nos hace diferentes a cualquier otro. Y ésa es precisamente la clave que hace que nuestro amor llene plenamente a la persona querida.

Cada uno necesitamos sentirnos queridos en nuestra singularidad personal. Necesitamos por tanto, conocer cómo necesita ser querido nuestro cónyuge, nuestra pareja, para quererle de esa única y singular manera. Y es que hace falta repetirlo: “cada uno somos distintos”.

Ese conocer y descubrir cómo necesita ser querido o querida nuestra pareja es lo que conducirá al éxito de nuestra relación y hará que sea feliz.

Es una tarea que durará toda la vida, ya que los seres humanos somos cambiantes en el tiempo y modificamos nuestras apetencias y conductas. Lo que hoy valoramos  enormemente, tal vez mañana no le demos importancia, de ahí que ese conocer y descubrir al otro, necesita ir actualizándose en el tiempo y adaptándose a las necesidades de nuestra pareja.

¿Complicado? No. Solo hace falta querer de verdad al cónyuge y buscar su felicidad.

Como dijo Jacinto Benavente “el amor tiene que ir a la escuela”. 

Es necesario aprender a lo largo de la vida la forma concreta y particular en la que nuestro cónyuge necesita ser querido. Ésta es nuestra tarea y en esto consistirá el éxito de nuestro matrimonio.